Se acabó. Ya no olerá a desagüe cada vez que el vecino de arriba tire de la cadena, ya no estornudaremos por el polvo, ya no pisaremos cucarachas a cada paso, ya no nos jugaremos la vida saltando encima de fosas tamaño ataúd, ya no daremos 30 vueltas con el coche para poder cargar o descargar el equipo, la humedad no oxidará más pies de micro, ya no quedaremos en el bar del Luis. Vamos, que nos hemos cambiado de local de ensayo y por fin estamos en un sitio en condiciones. Además tenemos unos compañeros que son de la familia: los hermanos de Motel Forever y Señorita Explosión.
57 grados mejora.
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