El sábado descargamos más de hora y media de rock and roll en el Biker Bar El Garaje de Cuenca (Luis, gracias, volveremos!). La aventura, de todos modos, la vivimos a la vuelta, cuando el humo negro de Perdidos empezó a salir del tubo de escape de la furgoneta y nos quedamos tirados en medio de la A-40.
Aprovechando la larga espera en la cuneta improvisamos un acústico:
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